domingo, 1 de febrero de 2015

Empieza la aventura

El viernes me bajó la regla. Llamé a la clínica para avisar. La doctora muy amable -al otro lado de la línea -me recordó el procedimiento que tengo que seguir a partir de hoy. Al tercer día de regla se comienzan las inyecciones de Menopur, un medicamento que hasta hace unos días me sonaba a ciencia ficción, y que ahora es el primer paso para tener churumbeles.

No soy el caso típico de paciente que se somete a la Fertilización In Vitro y supongo que precisamente por eso aquí estoy, escribiendo sobre mi experiencia. No soy el caso típico porque nos han mandado directos a FIV: mi marido -a quien a partir de ahora llamaremos Mr. Rood- tiene una enfermedad hereditaria rara, pero no rara-rara, sino rara- rarísima de cojoncillos. Así, en caso de embarazo natural, las probabilidades de que se herede la enfermedad es de un 50%.
Tras diversos cambios de opinión sobre el tema, finalmente decidimos hacer lo posible por evitar la transmisión de la enfermedad. A esto se suma que con las pruebas que nos hemos hecho, hemos descubierto un cierto problema de movilidad en su caso y que tengo ovarios multifoliculares. 


Cuestión que para hacer el tema corto, hace unos minutos me he autoinyectado por primera vez en mi vida, 225 de Menopur. Tengo tantas emociones juntas que no sé cómo voy a sobrellevar el mes que se me viene encima… pero esto va… QUE EMOCIÓN. ¡Empieza la fiesta!


No hay comentarios:

Publicar un comentario